caído vertical y oscuro de un rapto de incordura,
como página vivencial que me relata
y postrer hoja de viaje
para trascender del otro lado de la luz
cuando termine.
Convivo con los dedos desterrados de sus palmas
arengando la sangre en los límites del aire para latir en lo imposible.
Soy un guiño en tinta del ojo de las uñas apretadas
que miran con sus cuencas blanquecinas,
terruño de la memoria a cielo abierto
que alberga el norte de los pasos que me dejaron huella
y polvo de los que se perdieron en el tiempo
enturbiando vidrios de estaciones
que se han quedado
esperándome
Soy un poema...
Voy agotando todos los enroques
de los sentidos con las palabras;
en cada verso un latido fibrilando letras
de un corazón de papel;
en cada estrofa un latigazo neuronal
sobre la esclavitud de la carne
porque fui sorprendido en movimiento
atado al amor envenenado
y lejano
Huelo a esencias de mar y celulosa,
a smog de puerto y río en primavera,
a noches de empedrado y farol
con el lucero del este en las sienes,
a humedad de hastío y a viento
y a césped recién cortado a la sombra
(todo te invoca, como en un poema)
Atemporal...
vivo detrás de un mundo aplanado
donde me ara la pluma
con cada giro de un sueño
y entre la tarde y la aurora
resulto carta de intención y hasta de excusas
ocultando mi irascible de impotencia
al perseguir una estrella en la noche.
Y me ato...porque quiero
a una Torre de Babel
hablándole a solas a mi libertad
¡que se duele tanto sin tus alas!
Soy un poema
y no quiero dejar de escribirme
para no morir.
Soy un poema...
tu poema
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